La empresaria Luciana Lara Asauma, de 47 años, que fabricaba turbantes, tuvo la iniciativa de insertar el cabello hecho de fibras orgánicas o naturales en sus productos. Así, se creó el “Hair Manero” en Sao Paulo.
“Mi objetivo siempre ha sido llegar a los pacientes con cáncer. Pasé mucho tiempo, tejidos y materiales tratando de encontrar un producto que fuera realmente cómodo para que los pacientes usaran y sintieran con la más alta autoestima”, dijo. Según ella, el turbante con cabello es una alternativa a las pelucas tradicionales.
Luciana ha subcontratado gran parte de su trabajo con costureras de la ONG Aldeia do Futuro y durante dos años ha estado vendiendo turbantes con cabello, accesorios y ropa afro.
Fuente: UOL